Esclerosis múltiple secundaria progresiva

Con la esclerosis múltiple, el sistema inmunitario ataca el cerebro, la médula espinal y los nervios ópticos. Estos conforman el sistema nervioso central, que controla todo lo que hacemos. El daño de un ataque afecta las señales que entran y salen del cerebro, y causa los síntomas de la esclerosis múltiple.

Al comienzo, la esclerosis múltiple secundaria progresiva sigue el curso recurrente remitente de la enfermedad. Algunas personas que reciben un diagnóstico de esclerosis múltiple recurrente remitente pasan después a un curso secundario progresivo, en que las funciones neurológicas empeoran con el tiempo y la discapacidad aumenta. En Estados Unidos, se calcula que la prevalencia de esclerosis múltiple secundaria progresiva es de 27-45 por cada 100,000 personas.

La esclerosis múltiple secundaria progresiva también se puede describir como activa (con recaídas o indicios de nueva actividad visible en imágenes de resonancia magnética durante un período específico), o no activa, así como con progresión (indicios de mayor discapacidad con el tiempo, con o sin recaídas o nueva actividad visible en imágenes de resonancia magnética), o sin progresión.


Este gráfico muestra la actividad con la esclerosis múltiple recurrente remitente antes de pasar a ser secundaria progresiva. Sin embargo, cada persona tiene una experiencia diferente con la esclerosis múltiple secundaria progresiva. Como puede ver en el gráfico, tras un periodo de esclerosis múltiple recurrente remitente, su discapacidad tal vez aumente con el tiempo, con o sin indicios de actividad de la enfermedad (recaídas o cambios en las imágenes de resonancia magnética). Quizá tenga recaídas ocasionales, así como períodos de estabilidad.

Si tiene esclerosis múltiple secundaria progresiva, su capacidad de hacer las cosas cambiará de manera gradual y continua. Pero los síntomas de una persona pueden avanzar de manera diferente o más rápida que los de otra. Entre los síntomas de la esclerosis múltiple secundaria progresiva están:

• problemas para controlar los intestinos y la vejiga, como urgencia de orinar,
• dificultad para caminar y problemas de coordinación,
• fatiga,
• entumecimiento o cosquilleo,
• problemas cognitivos, como aprender, recordar o procesar información
• espasticidad o rigidez muscular y
• problemas de visión, como visión doble.

Lea más sobre estos y otros síntomas de la esclerosis múltiple.

Su especialista en esclerosis múltiple debe evaluar por lo menos anualmente la actividad de su enfermedad y su avance. La evaluación debe incluir una conversación sobre sus síntomas, un examen neurológico y tal vez una exploración con resonancia magnética. Caracterizar el curso de la enfermedad en diferentes momentos aporta información crucial para que su especialista en esclerosis múltiple y usted decidan opciones de tratamiento y hablen de lo que puede esperar. Por ejemplo:

• Si la esclerosis múltiple secundaria progresiva está activa, su profesional de salud y usted pueden hablar sobre iniciar o continuar un tratamiento modificador de la enfermedad para reducir el riesgo de una recaída.
• Si la esclerosis múltiple secundaria progresiva está activa y avanza a pesar del medicamento que usted toma, la conversación con su profesional de salud puede ser sobre los beneficios y riesgos potenciales asociados con adoptar una estrategia más intensiva de tratamiento.
• Si la esclerosis múltiple secundaria progresiva no está activa pero la discapacidad avanza, su profesional de salud y usted quizá se centren en estrategias de rehabilitación para ayudar a mejorar sus funciones y movilidad, además de promover su seguridad e independencia.
• Si la esclerosis múltiple secundaria progresiva está estable, sin actividad ni progresión, la conversación con su profesional de salud puede centrarse en la rehabilitación y otras estrategias de control de síntomas que ayudan a conservar funciones y maximizar la calidad de vida.

Lea más sobre el tratamiento para la esclerosis múltiple secundaria progresiva.

Si tiene esclerosis múltiple recurrente remitente, es posible que pase a ser secundaria progresiva. Con esta transición, la enfermedad pasa gradualmente del proceso inflamatorio que se ve con la esclerosis múltiple recurrente remitente activa a una etapa más uniformemente progresiva con pérdida o daño a las funciones neurológicas. Como con la esclerosis múltiple recurrente remitente, es posible que siga teniendo recaídas además de  nueva actividad en las imágenes de resonancia magnética.

Lea más en inglés sobre estrategias que ayudan a llevar una vida plena con esclerosis múltiple secundaria progresiva.

Antes de que hubiera tratamientos aprobados para modificar la enfermedad, los estudios indicaban que 50% de las personas con un diagnóstico de esclerosis múltiple recurrente remitente pasaban a tener secundaria progresiva al cabo de 10 años y que 90% de ellas lo hacían al cabo de 25 años. Si bien los expertos en esclerosis múltiple concuerdan en que los tratamientos modificadores de la enfermedad tienen un impacto en el avance de la enfermedad, es demasiado pronto para saber en qué medida modifican o retrasan la transición a esclerosis múltiple secundaria progresiva.

Se desconoce la causa de la esclerosis múltiple. Los científicos piensan que la desencadena una combinación de factores. Para identificar la causa, se realizan estudios sobre estos aspectos:

• Inmunología (el estudio del sistema inmunitario)
• Epidemiología (el estudio de los patrones de enfermedad en grupos de muchas personas)
• Genética (para entender los genes que quizá funcionen indebidamente en las personas a las que les da esclerosis múltiple)
• Agentes infecciosos (como los virus)

 Infórmese más sobre las posibles causas de la esclerosis múltiple.

Ya que la transición de un curso recurrente remitente a uno más progresivo es un proceso gradual, tal vez el profesional de salud no se dé cuenta de cuándo se produzca exactamente. Una variedad de estrategias, entre ellas una minuciosa historia médica de los cambios en los síntomas de la persona, un examen neurológico y varias exploraciones con resonancia magnética, ayudan a determinar si ha ocurrido la transición a esclerosis múltiple secundaria progresiva.
 
Lea más sobre cómo se diagnostica la esclerosis múltiple secundaria progresiva.

Lea en inglés el blog de una persona que ha encontrado una mejor manera de vivir con la esclerosis múltiple secundaria progresiva.

Exploramos todas las vías prometedoras de investigación y colaboración en el mundo entero a fin de impulsar los avances en el estudio de la esclerosis múltiple progresiva, para la que existen pocos tratamientos. Obtenga más información sobre la investigación respecto a la esclerosis múltiple progresiva.